martes, 26 de octubre de 2021

“El tonto y los canallas” de Santiago Castro-Gómez


Con el profesor Santiago Castro-Gómez tengo una deuda académica, es de agradecimiento hacia su método de trabajo, y quizá por eso también de identificación, aunque debo reconocer que a ratos me descubro colgado de sus estrategias de investigación y su forma de exposición. A diferencia de los teóricos contemporáneos latinoamericanos ―y más de uno autonombrado “latinoamericanista” y son más bien coyunturales― en los que he largado mis lecturas y estudios los últimos cuatro años, él tiene un programa de investigación de largo aliento que data de 1995 durante sus estudios de maestría en Alemania, y alcanzan el año 2015 en sus ordenadas y minuciosas comunicaciones de una filosofía política en la obra foucaultiana. Con esto estoy diciendo, creo, que el profesor Santiago es un filósofo serio y prudente, y como dijo en algún momento mi director de tesis doctoral, quien presentó aquí en México la obra del colombiano relacionada con Slavoj Žižek, Castro-Gómez es un tipo que no cuestiona la lectura de sus colegas, pero sí le interesa saber a qué conclusiones llegan y si éstas realmente derivan de los argumentos. Es decir, es un hombre sensato, disciplinado e insistente.

sábado, 23 de octubre de 2021

“Camino al este” de Javier Sinay


Tom Dieusaert dijo en alguna parte que todos los viajes, de algún modo, tienen que ver con el amor. Vamos en busca de alguien, o salimos huyendo pero dejando gotas de sangre del corazón roto como pistas que delatan nuestras coordenadas. Siempre dan con nosotros. Viajamos porque nos cuesta estar quietos, nuestra vida es el movimiento perpetuo porque amamos o porque nos dejaron de amar o porque tememos que el amor construido se venga abajo, y allá vamos, creyéndonos exploradores expertos sin sospechar lo complicado que puede llegar a ser ese día a día del viajero de carne y huesos. En fin, viajamos porque lo que sentimos por alguien lo consideramos suficiente para ir de México a Buenos Aires, de Buenos Aires hasta Japón o de Oaxaca hasta Ecuador.

jueves, 21 de octubre de 2021

Elogio de la dificultad y otros ensayos



Estanislao Zuleta (1935-1990), el autodidacta colombiano, recibió el Doctorado Honoris Causa el 21 de noviembre de 1980, su discurso de aceptación fue “Elogio de la dificultad”. La Editorial Planeta Colombiana ha recogido este ensayo en una colección dedicada a la obra del reconocido pedagogo y audaz filósofo nacido en Medellín. Se trata, y aquí apuro el paso para decirlo, de un reclamo de Zuleta a un auditorio por pretender lo inalcanzable y por ello mismos frustrar el espíritu al no poder asirlo y desplegarlo a modo. Dicho de otra forma, la búsqueda de lo absurdo aleja este mismo espíritu del reto intelectual, así que “deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa salacuna de abundancia pasivamente recibida. […] queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo” antes que la dificultad de pensar.

martes, 12 de octubre de 2021

“Los secretos de la ansiedad” del psicólogo Domènec Luengo


Pues bueno, debo reconocer que estudiar un texto es un poco más complicado que la lectura convencional que hago de las novelas. Han sido pocas en este año, dicho sea de paso; mis compromisos académicos no me lo permiten. Decía complicado porque tengo que subrayar, hacer algunas anotaciones de margen y, sobre todo, sistematizar mis apuntes. La idea, supongo, es volver a ellas cada vez que lo considere necesario.

viernes, 8 de octubre de 2021

“El hombre unidimensional” de Herbert Marcuse


Vuelvo a Herbert Marcuse, y claro que es complicado el retorno. Ahora lo hago con un texto de 1964, "El hombre unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada". Antes me dediqué a estudiar "Eros y Civilización" (1955) y "El final de la utopía" (1968), entonces me interesaba comprender cómo hizo el autor para recuperar al proletariado como sujeto revolucionario propuesto por Marx y soslayado por Adorno y Horkheimer en "Dialéctica de la Ilustración" (1944), asimismo, quería entender el optimismo de Marcuse al decir que cuando una utopía desaparece es porque se ha alcanzado, y que el sentido de las utopías no es su imposibilidad sino el trabajo práctico e intelectual para lograrlo. En todo caso, los dos textos me remitían al trabajo del hombre en tanto relación de poder.