miércoles, 15 de enero de 2020

“La angustia y el deseo del Otro” de Diana Rabinovich

Mi método de viaje (mi teoría del viaje) es el peor de todos, y por eso mismo no se lo recomiendo a nadie. Engancha a la primera, es verdad, pero pasado los primeros meses uno sabe que no le servirá de nada, y llevan razón, vaya, es evidente que no se “avanza”, que no “retribuye”, que es, básicamente, “una verdadera pendejada” eso de volver antes que tirar pa’lante y de frenar antes que apurar el paso. En mi defensa diré que en mis parsimoniosos periplos encuentro la paz que mi manía intelectual no me permite cuando estoy entre colegas y cretinos.
Pues bien, mi lectura y estudio de la obra de Slavoj Žižek (“El más sublime de todos los histéricos”) no ha terminado de convencerme, así que me di a la tarea de indagar un poco más. Mis amigas psicoanalistas (todas ellas demasiado inteligentes para un café con prisas) me dieron unas pistas en forma de preguntas: “¿qué injerencias puede tener una psicoterapeuta en el sistema filosófico de Hegel si no encuentra en él una técnica para la cura?”. Ciertamente, no entendí la intención de la pregunta, al menos no hasta que lanzaron un juicio al estilo de Kant: “La cura es un hecho que se reprograma, pero ésta la encontramos en la estructura, Pocho, es decir, en el lenguaje”. Ahí estaba la clave y por ahí me seguí, pero ellas ya no podían

lunes, 13 de enero de 2020

“El más sublime de los histéricos" de Slavoj Žižek

Este libro fue la tesis de doctorado defendida por el filósofo y psicoanalista esloveno Slavoj Žižek; se la dirigió Jacques Alain-Miller, quien fuera yerno y heredero teórico del mismísimo Lacan. ¡Así las cosas! Su edición en castellano lleva por título “El más sublime de los histéricos”, y en él se supone que se devela la lógica de la triada hegeliana (tesis-antítesis-síntesis). ¿Cómo? Sencillo ─¡jua!─, a partir de la articulación de Hegel y Lacan. O como mi profesor advierte: leyendo a Hegel a partir de la teoría del goce y la angustia de Lacan, sin soslayar el estudio sistemático de los seminarios X, XXII y XXIII. Pero nunca basta con lo que se tiene, así que Marx y Kant aparecen en las últimas partes del libro como algo necesario y las cosas se complican demasiado. A ratos el texto está encriptado, pero leyendo línea por línea y regresando más que avanzando, con suerte se puede llegar a unas cuantas buenas conclusiones.

miércoles, 8 de enero de 2020

"Las variaciones de Hegel. Sobre la Fenomenología del espíritu" de Fredric Jameson

¿Por dónde tiene que andar el pensamiento para poder conocer? En esto parece consistir la “Fenomenología del espíritu” de Georg Wilhelm Friedrich Hegel (Alemania, 1770-1831). Aunque la respuesta se mantenga reservada por el momento, se puede decir que por donde quiera que sea su recorrido, por método llevará la filosofía. Así, parece que el espíritu está antes de la naturaleza y que la dialéctica de éste es lo que hace que lo segundo se configure. “La meta” dice Hegel en su famoso y tortuoso prólogo, “es que el espíritu llegue a la intelección de lo que es el saber”. Así, con pasos dudosos, se puede inferir que el conocimiento está afuera, y esto se contiene en una dimensión estética. Kant, a pesar del esfuerzo hegeliano, sigue presente y la tarea e insomnio de Hegel, digo yo, consistió en superar este monstruoso problema filosófico. En “Las variaciones de Hegel” de Fredric Jameson (Estados Unidos, 1934) se propone una lectura versátil donde se da cuenta de este pequeño salto del espíritu.