viernes, 6 de julio de 2018

"Bogotá contada" de Autores iberoamericanos


Hubo un alcalde de izquierda en Bogotá que impulsó una idea diferente de la distribución de la literatura. La pregunta era: ¿Cómo sacar los libros con sus historias de las bibliotecas y llevarlos a parques, cárceles, barrios y transporte colectivo? La respuesta fue “Libro al viento” que fomentó algo que yo llamé literatura ciudadana, y a veces se podría confundir con literatura hacia lo popular. Bogotá, y creo que Colombia entera, cuenta con una de las redes de bibliotecas más grandes de Latinoamérica, y uno encuentra libros por donde vaya, por ejemplo en el Transmilenio, donde hay una Biblioestación que me dio mi tarjeta de miembro y me prestaron el primer libro de una serie que completa “Bogotá Contada”
El autor:
12 escritores venidos de toda Iberoamérica aterrizaron en El Dorado e hicieron algo que pocos pueden disfrutar: escribir sobre papel con todo el tiempo del mundo. Una chilena, un venezolano, un cubano, un mexicano, una uruguaya y un argentino… 3 colombianos también escribieron en esta entrega de la colección. Ya lo digo de nuevo, la idea era pasear Bogotá y después regresar a sus países y escribir sobre la ciudad con tradición viajera. Todo esto sucedió en el 2013.
Ficha técnica:
Se llama: Bogotá contada
Lo escribió: 15 escritores
Se trata de: Narrativa
Año: 2013
Editorial: Cámara Colombiana de Libros
Tiene: 213 páginas
¿Calificación del 1 al 10?: De no ser por el español
Mis intereses:
Mi papá me enseñó que en cualquier lugar al que yo vaya lo primero que tengo que hacer es preguntar dónde hay una biblioteca. En Bogotá hay varias y por eso mismo vale la pena quedarse a vivir en este sitio, todas las que he visitado parecen ese sitio para los refugiados, para el que viene de afuera y necesita un lugar que lo haga sentir seguro. Las bibliotecas bogotanas hacen eso y lo hacen bien.
De qué va el libro:
Son quince historias de quince personas que sintieron cosas distintas en el mismo lugar y por las mismas fechas. El rostro de Gaitán asombró a unos, el aniversario del asesinato de Garzón a otros, la Séptima hizo sufrir a varios y la Luis Ángel Arango dejó con la boca abierta a casi todos. Y es que un escritor mira diferente, quizá menos profundo que un antropólogo o un historiador, lo que sí es verdad es que el escritor es sensible, tanto que puede arruinar la verdad y comenzar a convertirla en ficción. En cualquier caso, a mí me parece que el que cuenta mira mejor.
Un escritor viajero tiene que reposar el asombro de lo que vio, registra en su libreta y después se mete a su cuarto de hotel y comienza a escribir. A veces con mucha suerte, a veces la historia simplemente no se deja atrapar y lo que vio se desvanece en su memoria. Un escritor cuando viaja y mira no tiene mucho tiempo de almacenamiento en los recuerdos, por eso tiene que escribirlo cuanto antes. Escribe porque olvida en cuanto ve.
Esto es lo que hay en “Bogotá contada”, las impresiones de unos escritores que sintieron y nos compartieron sus experiencias.
Mi opinión:
La mayoría de las postales me han gustado, las menos no, me han parecido una inclusión forzosa. En cualquier caso, ofrecen una pista de lo que puede significar una ciudad, aún si se trata de Bogotá, que desde que vivo aquí no he encontrado la fórmula literaria para contarla, para discurrir sobre ella. Sobre esta ciudad camino de día y de tarde, pocas veces de noche; la huelo y me enfado con su gente, me decepciono de sus policías y me desvanezco en el humo del café.
Si pueden dense una vuelta por esta colección. No sé si leeré la segunda entrega, tengo una pila completa en mi escritorio y también hablan de ciudades como esta que es de las más hermosas que he conocido.
Brevedades del libro:
El libro mismo es tan breve que no les llevará mucho tiempo pasear Bogotá a través de la forma más clásica que hay de llegar a la Luna: la imaginación.

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